Como artista investigo las formas en que el arte se aplica a la vida cotidiana. Considero mi trabajo como arte contextual ya que está enteramente ligado a lo que me rodea, reflexiono constantemente en el hecho de traducir en obras mi vínculo con la realidad en la que vivo. Mi entorno es mi materia prima, la vida un campo de acción con múltiples narrativas.
Trabajo en diferentes formatos, exploro continuamente nuevos soportes, materialidades y acciones, el hecho de estar en constante formación y trabajar en clínicas con otros artistas me permite diversificar y expandir mi campo de investigación.
Haciendo un recorrido por mi corpus de obra, se pueden considerar varias etapas. Estudié diseño industrial, por lo tanto en un principio me relacioné con la escultura, lo tridimensional, el trabajo en volumen y los materiales industriales como resina, metal y vidrio. Posteriormente en una de las clínicas que realicé con el artista Sergio Bazán descubrí mi interés por la pintura, es la técnica que me resulta más liberadora. De ella me interesa lo gestual porque me permite ir contra la prolijidad, la manipulación y el contacto con los materiales. Mis producciones son síntesis figurativas donde cito partes de mi vida, en las cuales trabajo principalmente el cuerpo erotizado. A partir de fotografías capturo situaciones y objetos que están a mi alrededor e incluyo la palabra, otro de los elementos claves que atraviesan mi obra.
Con la palabra tengo una relación estrecha, utilizo frases que resultan principalmente de conversaciones, son textos relacionados al amor, la intimidad, lo cotidiano, busco que sean compasivas con el lector. Utilizo diferentes soportes para la palabra, ya que la incluyo en objetos y pasacalles, creo que allí suenan más, les da más fuerza que el papel.
El cambio es una constante en mi trabajo y a lo largo de mi recorrido como artista, surgen diferentes series y acciones. Por ejemplo, en Hermoso Miedo intervine la Galería Sandro donde se proyectó el registro de una performance que hice en la vía pública. Me interesa cuando el arte se hace público y se apodera de la calle, es por eso que también realicé intervenciones en fuentes de aguas y colgué pasacalles con textos en lugares específicos de la ciudad, tenía la necesidad de volver a encontrarme con el espacio público. En cambio en la serie Invisibles, la intervención es sobre objetos de uso común y la palabra cumple un rol fundamental, ya que inmortalizo frases en copas antiguas.
En cuanto a mi propia experiencia en el arte, cuando produzco le soy fiel a mi libertad, de esta manera considero mi obra honesta, ligada realmente a lo que me nace hacer. Priorizo hacer arte para mí, más que para otros y encuentro el goce en el hacer del arte mismo.